Hace unas semanas comentábamos en nuestras redes sociales que, en muchos ámbitos, hay actores principales y actores secundarios. Pues bien, la decoración no es una excepción.
Cuando pensamos en decorar nuestros hogares, lo primero que se nos viene a la cabeza son muebles, muebles y más muebles. Nos hacemos preguntas como “¿qué sofá encajaría mejor en el salón?” o “¿qué mueble pongo en la entrada?”. Obviamente tenemos que dar una respuesta a estas preguntas, ya que, a fin de cuentas, los muebles son los elementos más pragmáticos para nuestra vida cotidiana. Son los actores principales.
No obstante, como decíamos al principio, no nos podemos olvidar de los actores secundarios, de los conjuntos de telas que vayan a arropar esos vistosos muebles. Paraos a pensar cómo serían vuestras casas sin telas, sin cortinas, sin colchas, sin cojines que vayan a juego con ese sofá de diseño. Tendríamos una decoración pragmática, sí, pero le faltaría calidez y personalidad.
Otro punto a tener en cuenta es que pueden ser ideales para dar un nuevo ‘look’ a nuestros hogares. En diferencia a los muebles, cambiar de telas no supone un coste tan alto. Con un pequeño presupuesto podemos hacer grandes cambios.
